jueves, 22 de mayo de 2008

Love, love, love?

Creo que es bonito que nos paremos un momento a pensar quien son ellas en los ballets románticos, para definir qué es lo que quieren ver bailar en esa época. Si me hablan de romanticismo pienso en Werther.

"- ¡Domínese por un momento, Werther! ¿No comprende que se equivoca, que se dirige voluntariamente a su propia perdición? ¿Por qué he de ser yo, precisamente yo, que pertenezco a otro? ¡Me temo, sí, me temo que esta imposibilidad de conseguirme es lo que más enciende su deseo!"

Yo me temo que esta pequeña extracción de la novela de Goethe define bastante claramente los amoríos del ballet clásico del siglo XIX. ME quieres porque no puedes tenerme. Aunque en realidad sería más exacto: 'has buscado a alguien a quien no puedes tener para querer sin tener que comprometerte y vivir una vida adulta y normal'. En realidad Werther quiere suicidarse desde el principio, pero él no lo sabe. Entonces inconscientemente busca a una 'mujer', que muchas veces no será ni mujer, para amarla y convertirla en el blanco de sus penas. Penas que ni él mismo sabe a qué son debidas porque no aprende a aprehenderse lo suficiente.

Eso mismo harán los protagonistas de los ballets que nos atañen: buscar personajes inalcanzables para descargar sobre su desamor o su imposibilidad de amar sus tristezas y así desperezarse de la pena que supone tenerlo todo. Es decir estar tan aburrido todo el día hasta el punto de no saber qué quieren, qué les gusta, qué son... Lo que ahora comúnmente se denomina depresión o estrés. No conociendo entonces la psicología freudiana en vez de buscar en su interior la resolución de sus problemas, buscaban problemas externos para no tener que solucionar los suyos.

No sé si me explico...
Esta es una entrada inacabada.

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